Hay municipios que prohíben el acceso de las mascotas a los arenales durante todo el año, y otras que lo restringen solo durante la época estival. Conviene conocer las ordenanzas antes de aventurarse a dar un paseo con su perro por el litoral: las multas, según la ciudad, llegan hasta los 3.000 euros.
Las playas españolas están protegidas por la Ley de Costas nacional, de 1988, que dibuja a grandes trazos lo que se puede ,o no, hacer en los arenales. Esta norma estatal vela por la conservación del litoral, y se centra en aspectos ambientales generales como el control del urbanismo y las expropiaciones de viviendas construidas antes de su aprobación.
Antes de aventurarse a transitar por la playa con su perro, es recomendable informarse de acerca de las ordenanzas municipales que rigen en el municipio. "Se sugiere contactar con el ayuntamiento donde se encuentra la playa, al ser el organismo que posee las competencias en materia de limpieza, ordenación de actividades y seguridad de las playas, así como las relacionadas con animales de compañía.